lunes, 26 de octubre de 2009

Acerca de...Ciudad de Dios, La Zona y Tropa de Élite

Las tres películas nos muestran una visión, desde diferentes perspectivas, acerca de algunos conflictos sociales: Ciudad de Dios por su parte el conflicto de las drogas dentro de la favelas en Brasil, que la temática puede ser aterrizable en cualquier "barrio bravo" del mundo, La Zona la estrecha pero a la vez la lejana relación y diferenciación del mundo de la polarización dentro de las ciudades, de estas grandes murallas que dividen a la sociedad dentro de la misma sociedad y Tropa de Élite, que trata el tema de la corrupción específicamente dentro del mundo del narcotrafico, pero en nuestras sociedades bien puede apreciarse en cualquier punto del funcionamiento de la vida social, no por nada México ostenta un gran lugar dentro de este rubro.

Pero más allá del planteamiento de estas tres películas, lo que nos debería de interesar es el reflejo de la violencia en los medios de comunicación masiva, si se ha vendido acrecentando es por que cada vez en nuestra sociedad la tenemos presente de manera más cotidiana, que esta cerca de nosotros, que día a día nos enfrentamos a ella. No es por simple contenido que aparezca en los periódicos, radio y televisión con frecuencia, o que incluso parte de nuestra convivencia con las demás personas hablemos de ello, no es mera coincidencia. Pero respecto a esta divulgación de la violencia hay dos posturas: por un lado claramente podemos observar que en los canales más comunes de divulgación se hace presente de una manera "amarillista", ósea que lo transforman en una noticia escandalosa, sin sentido de informar, sólo de incrementar el morbo de la personas, o en casos menos despectivos, la proyección de este tipo de películas o series de televisión que comercializan con este tema. Del lado contrario sería el total desinterés sobre este tema y tratar "de tapar el sol con un dedo" en el país de no pasa nada. Es cierto que se explota el morbo de las personas en beneficio económico y que incluso se le ha perdido el respeto al tratar este tipo de asuntos, que son delicados porque al final, en una cuestión moralista, las familias involucradas se ven afectadas sin consideración, o en algunos casos el tema es tratado de manera desinformada y sin la cautela necesaria, pero también hay que considerar que es parte de la realidad que nos ha tocado vivir, bien o mal, agradable o desagradable son medios por los cuales se pueden dar a conocer este tipo de situaciones hacia las personas que ni por enteradas están de ellas, pero más allá del informar es el analizar y considerar nuestra culpabilidad y responasibilidad frente a esta situación. Somos muy afines a reclamar al gobierno por todo lo que nos rodea, pero nunca aceptamos nuestra responsabilidad como ciudadanos.

Este tema en la mayoría de las ocasiones se vea estigmatizado por ser un punto vulnerable dentro de nuestra sociedad y la propia vivencia del individuo, la injusticia que nos provoca y el resentimiento que vive dentro de la impunidad de la violencia. Recordemos también que la violencia no es única y exclusiva de los ladrones, narcotraficantes, etc. La violencia también empieza desde la familia.

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