lunes, 7 de septiembre de 2009

Acerca de...El reciclaje: como medio de supervivencia y acción ecológica.


-->
El ejemplo de la ARB (Asociación de Recicladores de Bogotá)[1], es una realidad, no sólo en America Latina, sino incluso en gran parte de Asia, África y algunos países de Europa, en los cuales está practica del reciclaje se ha convertido en un modus vivendi para las clases sociales bajas o en extrema pobreza, que operan a veces dentro de una organización establecida, pero que en su mayoría se destaca por hacerlo de manera ilegal.
En primera instancia se escucha de buena manera trabajar o vivir del reciclaje, empezando por las causas favorables hacia el medio ambiente que esto ocasiona y en segundo porque se habla de que la gente que se dedica a realizar este trabajo, aparte de que hace una contribución a la ecológica, se hace también de una manera respetable de medio de subsistencia. Pero detrás de esta idealista concepción se encuentra todo un submundo de problemas sociales, de salud y hasta políticos, que hace forzosamente volver a reflexionar acerca de esta “buena causa”.
Dentro del mundo del reciclaje se encuentran tres sectores principales en los cuales esta basada la practica, a) el sector formal, en el cual se trabaja, ya sea transformando el producto o recogiéndolo en primera instancia, pero respetando las leyes correspondientes, b) el sector informal, en el cual los desechos son recogidos sin problema, pero la transacción de venderla es ilegal y también el que trabajen para una determinada empresa pero sin que estén contratados debidamente, y c) sector informal ilegal, en el cual la ley es nula, por lo tanto toda actividad realizada es en contra de la ley, como por ejemplo los tiraderos clandestinos. Pero a la par de estos tres sectores, existe una pirámide divisoria, la cual se pone hasta la punta a los empresarios, dueños de recolectoras y los que en principio se llevan la mayor ganancia, el siguiente escalón es el de los intermediarios, que llevan la relación entre el primer grupo y los trabajadores y por último la clase trabajadora, que son conocidos en México como los “pepenadores”[2]. Un ejemplo del primer sector es la ARB, que es una asociación gremial la cual mediante una licitación entraron al mundo del reciclaje de forma legal, por lo tanto es una institución completamente legal con trabajadores establecidos, pero no siempre fue así. La verdad es que este grupo comenzó como una serie de familias que estaban nulamente organizadas, las cuales se dedicaban a recoger de la basura lo que podría revenderse, que era el principal ingreso de estas familias, pero en octubre de 1994, debido a un problema coyuntural debido a un problema de basura que enfrento la ciudad de bogota, estas personas fueron contratadas para recoger las toneladas de basura de la ciudad lo que desencadeno toda una transformación de estas personas. Como en principio este sector se torno más grande se paso de un promedio de 24 organizaciones base dedicados al reciclaje a ser más de con 400 asociados a ser 2500 en 6 años. Esto ocasionado a que el gobierno reconoció la labor de estas personas, por lo cual pasaron a formar parte de una asociación establecida en la que sus derechos son reconocidos. Esta petición junto con otras tantas fueron las que se pidieron para poder regular estos grupos, que en principio no contaban con ninguna prestación, por la mediante la organización del grupo hacían petición al gobierno que se les reconociera como organizaciones establecidas, las cuales se lograron por la vía legal, ya que la situación en la que se encontraban antes del hecho coyuntural era que el reciclaje legal estaba en manos de la Unidad de Ejecutiva de Servicios Públicos y esta actividad representaba para estas personas su principal ingreso, estamos hablando de un sector poblacional de nivel bajo o en extrema pobreza. También por parte del gobierno la iniciativa de aceptar este tipo de organizaciones es el control de residuos de la ciudad, específicamente crear conciencia en la sociedad sobre este problema ecológico. El impacto en la ciudad fue reducido un 10%, pero aún no es suficiente, la organización fue reconocida para que ayudara precisamente al impacto directo del medio ambiente.
Este programa, como ya hacia mención, no es exclusivo de regiones, en todo el mundo suceden este tipo de acciones por parte de estos grupos, en unos más que en otros, pero haciendo relación directa con la ciudad de México, se habla de que estas personas dedicadas a al reciclaje constituyen una parte fundamental en el proceso, son la base de la pirámide, en la cual este sector es el más afectado, porque se encuentran en l grupo de mayor riesgo de todos, ya que estas personas directamente son las que recogen la basura de entre los desperdicios entre los tantos tiraderos que existen para la región del DF, poniendo en riesgo su vida, porque se hacen en condiciones si protección alguna dentro del un mundo de desperdicios de cualquier tipo, luego cuando ya se tiene el producto a reciclar, se enfrentan contra todas las pequeñas mafias que hay dentro del reciclaje ilegal, desde productos mal pagados por intermediarios hasta el funcionar ilegalmente por trabajadores, que al momento de que estas personas hacen la acción de compra-venta están cometiendo un delito.
Este problema va muy relacionado con la situación de las personas que viven en la pobreza, sobre todo son personas que no tienen alguna otra forma de insertarse en el mundo del sector lega, tal vez en su mayoría por la falta de información o por los impedimentos predispuestos de su situación económica.
Bibliografía:
La Asociación de Recicladores de Bogotá, Best Practices Database.
Para reflexionar...

[2] Véase De pepenadores y tiradores.
El sector informal y los residuos sólidos municipales en México y Brasil
. Introducción al Sector Informal. Clasificaciones. Instituto Nacional de Ecología.

No hay comentarios:

Publicar un comentario